LA GRAN ENGAÑUFLA
Hubo una época en la historia de éste Santo País en la que aquellos que habían cursado alguna clase de estudio universitario eran los putos amos del cotarro. Daba igual si el licenciado en cuestión era un tarugo de muchísimo cuidado; era un hombre (generalmente) con estudios y lo que ese hombre decía iba directamente a misa sin pasar por la casilla de salida y sin pagar 3000 pesetas. La España de aquellos años era una España mucho más inocente e inculta y la mayoría de la gente pensaba que aquellos que iban a la Universidad eran tocados por la mano de Dios con el don del conocimiento absoluto.
Como la mayoría de los Españoles no tenían acceso a dicho nivel de estudios, los puestos directivos más importantes de las Empresas más rutilantes del país estaban reservados a esos flamantes ingenieros industriales, de obras públicas, abogados, economistas que no eran otra cosa más que la representación de la España del futuro, del progreso y de la modernidad.
¿Y qué nos quedó al resto?
Pues una generación de Padres frustrados por haber soportado una mierda de trabajo durante toda su puñetera vida que se partieron el costado para que a sus hijos no les pasara lo mismo y una generación de Madres que se morían de envidia cuando la vecina del quinto cuyo hijo era directivo de telefónica le decía eso de “Ya sabes que como mi hijo es ingeniero…”
Y aquellos lodos, trajeron la siguiente tempestad:
“Juanito, haz lo que quieras, pero tú vas a estudiar una carrera por cojones. Period”.
Y no había posibilidad de razonamiento alguno porque hay que reconocer que argumentos como: “Si no estudias una carrera no serás nadie y te morirás de hambre” cuando tienes 14 años acojonan cosa fina.
Y claro, TODOS a estudiar. Todos a la universidad. Y a NADIE se le ocurrió pensar en la ley de la oferta y la demanda. Y en que si todos éramos ingenieros, nuestro curro no valdría una mierda. Y en que si lo que faltaban eran fontaneros, fontaneros era lo que se demandaría. Y que si sobraban ingenieros, pues eran los ingenieros los que no valían un puto duro.
Y así, de una sociedad de fontaneros con 4 ingenieros forrados, hemos pasado a una sociedad repleta de ingenieros y abogados de psasntía sin un jodido duro con 4 fontaneros con casas en Marbella
Al menos en lo que a mí respecta tengo claro lo que nuestra generación habrá de transmitir:
“Estudia o dedícate a lo que te salga de los cojones. Es la única verdadera manera de acertar. Si eres tonto te morirás de hambre seas barrendero o astronauta, pero por lo menos te morirás feliz haciendo lo que te gusta 10 horas al día durante toda tu puta vida”.
Gran engañufla aquella que nos contaron diciendo “te morirás de hambre” porque no sólo resultó ser absolutamente falsa sino porque además en cualquier caso siempre resultará mucho más digno que “morirse de asco”.
Y para las madres que aún se aferran a eso de: “pues si con título está difícil…imagínate sin título” sólo me queda decirles que se bajen de una puta vez del guindo porque no es cuestión de título. Ya no. Aquello ya pasó. Es cuestión como siempre lo ha sido, de enchufe y contactos. Coño, que esto es España.
Hagan lo que hagan, dedíquense a algo que les guste. Conviertan su afición en su trabajo.
Sólo si ustedes son felices, podrán hacer felices al resto… pero bueno, de los funcionarios malcarados y las funcionarias malfolladas, mejor hablamos otro día.
4 comentarios:
Mi (futuro) cuñao, fontanero y funcionario a la vez, forrao de pasta.
Otro cuñao, taxista, 8 horas de curro y con chalet en la costa y pedazo piso aqui.
Yo, informatico, llevando los sistemas de grandes empresas como ABN, GM, Argenta, etc... y cobrando 4 putos duros, cada dia mas claro, un modulo de dos añitos y a ganar pasta....
jias, en mi familia la verdad es que nadie ha entrao aún en una universidad (bueno no, yo fui una vez a acompañar un colega jejeje), y el caso es que como dices... para mi sobrinito ya estan pensando en que mejor se meta a albañil, electricista o fontanero, que dicen que se cobra muy bien xD
Creo que es la vez que más acertado has estado en una apreciación en todo tu blog. No porque el resto sean malas, sino porque está es casi exacta.
Un saludo.
No digo que no tenga razón. Pero puedo asegurar por experiencia propia y la de algún amigo que a veces trabajar en lo que te gusta, es acabar odiando lo que te gusta.
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