martes, 29 de noviembre de 2005

NUEVA YORK

Nueva York es una ciudad ajare. Pero sobre todo hay que tener en cuenta que NY es UNA CIUDAD en el sentido más absurdo, enorme, desproporcionado, romántico, ruidoso e insano del término.

En NY sólo hay una manera de disfrutar la estancia y es el siguiente:

Andando.

Olvídense del metro, de los yellow cabs (insufribles atascos) o de alquilar una limusina. No. NY se disfruta pateándola de cabo a rabo, y dejando cosas como Queens o el Bronx para visitas organizadas que siempre es mejor hacer en autobús (en el primer caso por la larga distancia y en el segundo porque no creo que vayan ustedes suficientemente armados).

Nueva York es una ciudad que rezuma actividad. En los edificios de oficinas se ve a la gente trabajando 24-7, (incluídos los domingos) y obviamente Wall Street no cierra jamás. En mi opinión, NY es la isla de Manhattan y los alrededores (en su mayoría suburbios residenciales) carecen a priori del encanto de la isla.

Ny está dividido en sectores. Up town (East and West), Middle town y Low Town. Y las calles que lo dividen se nombran por números así que es realmente fácil orientarse para encontrar las cosas.

¿Pa dónde vas Paco? Up Town la sexta con la 89.

Es una ciudad caótica en contínuo movimiento que parece que está siempre en plena ebollución; es fácil ir por la calle y encontrar el rodaje de un película plagado de curiosos que merodean para ver a la estrella de turno, ver pasar a los bomberos y a la policía a toda pastilla (la ciudad está literalmente plagada de "Cops" gracias a Giulliani, el alcalde que consiguió reducir los índices de criminalidad en la gran Manzana) o asistir en Broadway a la salida de algún programa de televisión dónde los fans chillan desesperados mientras el actor/actriz de turno saluda con cierta apatía al vulgo.

Pero por encima de todo, NY es una ciudad de contrastes. En la misma ciudad se encuentra la más absurda de las riquezas (Wall Street, los edificios de Donald Trump, los mejores hoteles del mundo, el edificio de Loreal, Tyffany's) con la miseria más absoluta; Bronx y alrededores, dónde es muy fácil ver a indigentes andando por la calle buscando "algo" que hacer con sus vidas.

Dentro de las divisiones de Manhattan, encontramos varios "barrios" o zonas de obligada visita: El Soho (una especie de barriada de lo más chic y cultureta, de preciosos edificios, plagado de galerías de arte y tiendas de música COJONUDAS, así como algún que otro caro pero estupendo restaurante), Greenwich Village ( Comunmente llamado "Da Village" que viene a ser más o menos como el Soho pero con zonas verdes y dónde comienza la unión con la locura que es el middletown) y dos zonas muy "graciosas" El Barrio Chino y La pequeña Italia.

El primero está apestado de chinos por todas partes que por cierto venden miles de productos de imitación en la trastienda de sus locales a precios de risa (Venden de todo y cuando digo de todo es DE TODO) y el otro es esa Italia de Nueva York que nos trae reminiscencias de "El Padrino" de Coppola, precioso y muy cuidado a la vez que caotico (ya sé que he usado éste término en más de una ocasión pero es que es un término que define la ciudad al dedillo) y dónde ES OBLIGATORIO centrar nuestra ruta de comidas.

Las comidas, ya que estamos, son un puto asco como una casa. Es decir, Nueva York es una ciudad en la que comes bien si eres casi rico y dónde te inflas a comer mierda si eres una persona normal. Hay hamburgueserías cada diez pasos, por no hablar de los famosos puestos de perritos de los que les juro por Papuchi, hay uno en cada esquina.

Comer moderadamente bien y aun precio razonable creo que sólo es posible en algunos sitios del soho y en los antros encantadores de la pequeña italia, aunque no está de más comprarse un "Mountain Dew" (Best Drink Ever) un par de perritos e irse a central Park (de día) a comérselos sentado en un banco.

Así pues, en el Low Manhattan (aparte de Wall Street y la zona cero, que son meras curiosidades turísticas que poco o nada aportan aparte de majestuosos edificios y a día de hoy una zona lastimosamente en obras que les encogerá el corazón sin duda alguna pensando en las 3000 personas que quedaron enterradas bajo los escombros) encontrarán ustedes copas, comida buenas zonas de compras, arte, buena arquitectura y una excelente zona de paseo.

En el Middletown la cosa cambia hacia una visión todavía más comercial. Las avenidas quinta y cuarta son las reinas, si bien todo el centro está plagado de cientos de tiendas que atraen al consumidor que a duras penas se puede permitir casi nada de lo que allí se vende con enormes escapartes, enormes medidas de seguridad que curiosamente invitan a entrar, preciosos establecimientos de muchísimas plantas mezclado con mucho oficinista apurando un cigarrillo en la calle antes de volver al tajo.


Creo que una de las mejores recomendaciones que se le pueden hacer a uno cuando va a nueva york es adquirir un "City Pass" dónde por 50 dólares por persona, se puede disfrutar de las siguientes atracciones:

Visita al Empire State Building, por dentro y hasta llegar a la famosa azotea (hoy, tristemente, el edficio más alto de la ciudad); El Museo Natural de Historia, Guggenheim, Museo de Arte Moderno (MOMA, visita obligadísima), el Museo Aeroespacial, y el Circle Line (Una especie de Ferry que te da una veulta alrededor de la isla y que si se coge a la hora adecuada te permite observar esa característica perspectiva lateral de un NY iluminado por la noche en todo su esplendor que entantas y tantas películas hemos podido observar).



Seguimos hacia arriba por la calle Broadway (que atraviesa la isla de arriba a abajo) llegando a Times Square. Tan imprescindible como absurdo. Hay que estar ahí para quedarse atontado mirando los CIENTOS de anuncios electrónicos que la rodean, los predicadores que anuncian el fin del mundo, los "Gangs" qu hacen tretas para tratar de apoderarse de la cartera de algún despistado, la oficina de policía con grupos de hasta diez o doce de ellos, los cines, los teatros.

No hay palabras.


También podemos deleitarnos con esa especie de "Canto de Cisne" al horterismo más recalcitrante que la ciudad le debe al único hombre del mundo capaz de hacerle sombra Da Hoff, Donald Trump: El Rockefeller Center. Madre del amor hermoso.

Ya saben, donde se pone el arbolito enorme en invierno, donde aprovecha el Alcalde de turno para felicitar la Navidat al pueblo de NY y que se convierte en una pista de patinaje sobre hielo para que John Cusak ruede la escena moña de turno.

Y subimos hacia East y West Town en el Upper Side de Manhattan atravesando el enorme y cuidadísimo "Central Park" dónde todo el mundo parece huir de algo haciendo footing, las novias se hacen las fotos de boda más horteras y los paletos como yo pasean mirando embobados y haciendo fotos hacia todas partes.


Arriba de todo, el Bronx. Inexpugnable coronado por una bonita estauta al genio de Duke Ellington, dónde nace el contraste de la pobreza más absoluta pero antes de llegar allí "El Guggenheim" y el edificio "Dakota", dónde un hijo de la gran puta le arrancó a John Lennon la palabra PAZ de la boca con un tiro en la cabeza.

Sus puentes, sus calles, su gente, su bullicio, su olor a Alquitrán, comida basura, gasolina y goma quemada, todos ellos me vienen a la cabeza obligando a prometerme a mi mismo que un día volveré de nuevo a esa gran ciudad que es NUEVA YORK.

MUCHO Nueva York.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial Manu ;)
el articulo me viene que ni pintado por que el viernes parto para alli, eso si, en esta epoca debe hacer un frio de cojones.

un saludote!

Anónimo dijo...

Tremendo comentario :)

Anónimo dijo...

sobre todo y lo digo por el que va a ir proximamente a NY, que no te engañen ,en los puestos de perritos, con una especie de rosquilla gigante con Ketchup y mostaza, es horrible!!!!

W_Y_F

Anónimo dijo...

Que sepa usté que me ha puesto los pelos como las mismísimas escarpias. Yo tuve la suerte de ir por segunda vez en mi vida el año pasado y por mis kinder que el que viene vuelvo. Me enamoré de nuevo de la capital del mundo. Con todo lo que tiene, su opulencia y su dureza,... Vaya que para mí los neoyorkinos son los fucking lords de la actualidá.

Por cierto, que acabo de volver de Roma, y allí hace mucho también fueron los fucking lords y de que manera. Les recomiendo que vayan después de pasarse por las gran manzana.

Ah! Por el de más arriba, a mí me encantan los pretzels, y en cambio los perritos, pche pche.

Un saludo