jueves, 3 de noviembre de 2005

BRICK

"BRICK", CINE NEGRO DE NUEVO SIGLO

Sí, no lo vamos a negar, en Cameo nos encanta el cine independiente norteamericano. ¿Sundance? Si no fuese porque uno se pasea del cine al hotel con quince capas de lana encima, sería nuestro festival favorito. Brick se estrenó allí, enero 2005 y se marchó con premio bajo el sobaco. Uno especial del jurado por la originalidad de su propuesta. Vamos, porque era una ópera prima con atrevimiento, con muchas cosas que contar y pocas ganas de hacerlo imitando. Por eso Brick se emparenta con Donnie Darko. Comparten ambición e intransigencia. Son jóvenes y no lo quieren negar.

Brick es el debut de Rian Johnson. Cine negro en un mundo de deportivas, vaqueros y acné. Un chaval acaba de perder a su pareja; ella, rubia quinceañera con pasado sospechoso ha desaparecido y él, chico tierno e intelectual, con gafas, melenas y músculos de gelatina, intentará encontrarla. No tiene un papá policía ni los genes de Sherlock Holmes, pero es razonablemente más inteligente que la panda de tunneros (de tunning, no de tuna) sospechosos de tener a su chica. ¿Su objetivo? Infiltrarse en esa banda y lidiar con su jefe, un veinteañero que se pasea con bastón de anciano y traje de algodón negro que le viene diez tallas grande.

Él es Lukas Haas, en los 80, el chico protagonista de otro thriller antológico, Único testigo. Ahora tiene 30 años pero la misma cara de niño asustadizo, aunque aquí él es quien da miedo, el que se asusta es Joseph Gordon-Levitt, éste sí, un veinteañero en edad de interpretar a adolescentes.

Con currículum plagado de intrascendencia, hay que destacar que en 2004 todo cambió. No sólo fue el protagonista de Brick, también lo fue de Mysterious Skin, drama de chaperos, pedófilos y tríos de amigos que buscan vengarse de padres y profesores dirigido por un cuarentón provocador, Gregg Araki.

Pero Brick tiene una peculiaridad, algo que la distingue de, por ejemplo, series de detectives adolescentes como Veronica Mars, los protagonistas hablan como si estuviesen en el rodaje de El sueño eterno o El halcón maltés. Más Dashiell Hammet que David Mamet.

Anacronismo a granel que sorprende y desconcierta. Pero ya lo digimos al principio, Brick es una película hecha por gente joven que mira al pasado para no repetirlo.
Brick no tiene fecha de estreno en España pero sí un tráiler en inglés digno de verse. Cine negro siglo XXI
aquí.



Fuente de la que he fusilado el copy-paste: www.Cameo.es

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