viernes, 11 de marzo de 2005

DOOM III

DOOM III no es un mal juego.

Al menos no es horroroso. Pero tampoco es un buen juego. ¿Dónde situaría pues a Doom III? Pues en la más fastuosa y absoluta mediocridad. Y no por su apartado técnico, bastante notable (si bien la falta de espacios abiertos merma muchísimo el lucimiento del mismo) sino por todo lo demás. Y cuando digo todo, digo ¿TODO?

El Guión ese que nos habían prometido los chicos de ID y para el que habían requerido los servicios de un escritor profesional resulta ser un guión de lo más corrientucho y endeble. Se lo resumo (con Spoilers): "Llegas a la estación, un experimento sale mal, la culpa como siempre es de los militares, se abre el decimonoveno agüjero interdimensional desde el principio de la historia de los videojuegos, salen un montón de bichos (casi siempre por la espalda) y has de batallar contra ellos sin tregua porque eres un tipo la mar de duro".

Si a esto le añadimos un anillo y unos alienígenas, tendríamos el guión de Halo, y sin prácticamente añadir nada el de Half Life. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que por guión no será.

El sonido es la repera. Y además da un miedo horroroso.

Ahora un suspiro... aquí un llanto desconsolado de un niño, oigo a lo lejos a Aznar "Is My Friend", escucho a Zp en la lejanía "Comantalevú".

Lo dicho, terrorífico.

Si no es por sonido, no es por gráficos, no es por guión... ¿Por qué Doom III no es un buen juego?

Pues porque Doom III es la demostración física de lo que es la evidente falta de "Yenesecuá" en una obra.

A ver:

Doom III es insulso. Los enemigos son un coñazo y tienen una inteligencia artificial TAN aburrida que solamente saben suplirla saliendo siempre de armarios hipertecnológicos que acabas de dejar atrás y de 4 en cuatro.

Al principio entretetiene y asusta pero a las cinco horas resulta predecible y aburrido.
Este es quizá el principal problema de Doom3, que aburre por momentos y en otros crea TANTA tensión que termina por resultar agotador, lo que conlleva el consiguiente: "Ya lo seguiré jugando otro día"

Bien por lo uno o por lo otro Doom III no es un juego que invite a jugar, no se trata de un juego cómodo sino todo lo contrario. Y esto es demasiado importante como para pasárselo por alto.

A fin de cuentas, si algo se puede decir de Doom I y II es que eran divertidos (y a día de hoy lo siguen siendo, así que tampoco se trata de un problema de agotamiento de la fórmula) cosa que no podemos decir de éste hermano mayor bastardo.

¿Las causas? Quizá el motor recree escenarios demasiado pequeños como para ser disfrutados en plenitud o que puedan ofrecer combates suficientemente divertidos , quizá como ya he dicho la IA enemiga no ayude demasiado y finalmente haya quedado demasiado pobre y poco desafiante, quizá el diseño de niveles sea demasiado repetitivo (esa sensación de dejavú constante: "Por aquí ya he pasado antes"), quizá todo suene a refrito de cosas ya ofrecidas con anterioridad y quizá y sólo quizá, a Carmack (que no a ID) le interese más el diseño de motores y cohetes que el diseño de juegos, ya que cada vez es mejor en lo primero y peor en lo último.


Nota: 6,5 Francamentes

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